La exmanager del rapero Canserbero confirmó lo mató

Natalia Améstica, exmanager del famoso rapero venezolano Canserbero quien fue asesinado en 2015, confesó a través de un video haber sido la autora del hecho. La información fue confirmada por la la Fiscalía General de Venezuela.

Por medio de un video, a través del cual declaró ante la Fiscalía de Venezuela, y que tuvo amplia repercusión en redes sociales, Améstica confesó como asesinó al músico y a Carlos Molnar, el 20 de enero de 2015.

Días atrás, la Fiscalía venezonalna modificó la carátula de la investigación de la muerte de Canserbero, cuyo nombre real era Tirone José González, pasando del suicidio a asesinato.

"Hoy quedó cien por ciento descartada la tesis de que se trata de un suicidio se está imponiendo la tesis del asesinato por motivos económicos", confirmó el fiscal general, Tarek William Saab el pasado 16 de diciembre

El fiscal de la causa había señalado que González fue "apuñalado antes de caer" y "recibió al menos un golpe con un objeto contundente que no se corresponde con el lado en el que su cuerpo cayó", a las afueras de un edificio de apartamentos en el estado Aragua, cercano a Caracas.

Detalles de la confesión

En el video en que confiesa el asesinato, Améstica detalló minuciosamente la forma en que ella y su hermano Guillermo, llevaron a cabo el crimen. La confesión se dio luego de que la misma Fiscalía la acusara a los hermanos de “homicidio calificado por motivos fútiles y con alevosía en grado de complicidad”.

La exmanager afirmó que ella drogó al cantante y a Molnar con pastillas y que luego los apuñaló en distintas partes del cuerpo, a su vez afirmó que "sin saber qué hacer, desesperada, llamé a mi hermano Guillermo para que me ayudara a resolver esa situación”, señaló.

“Él (Guillermo) llegó a las 11 de la noche acompañado de tres funcionarios del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), los cuales desconozco su nombre. Ellos terminaron de arreglar la escena para que fuera un homicidio-suicidio”, complementó Améstica

Un vez sin vida, el cuerpo de Canserbero fue arrojado por la ventana del edificio en que vivía para así terminar la escena del homicidio-suicidio.

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