Sin corazón: Porque "atraia ratas" desalojan un merendero

Las encargadas del emprendimiento solidario Esperanza de Vida, en Longchamps, tuvieron que buscarse otro lugar porque el encargado de la sociedad de fomento donde atendían a 200 chicos las echó. Piden ayuda para seguir funcionando.

General 09 de mayo de 2021
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En la localidad bonaerense de Longchamps tiene lugar un ejemplo de lucha, de no rendirse, en pos de satisfacer las necesidades de doscientos chicos, por parte de las fundadoras e integrantes del merendero Esperanza de Vida, las cuales, haciéndole honor al nombre de su institución, redoblan sus esfuerzos para abastecer a los pequeños, a pesar de la decisión desalmada del cuidador de la sociedad de fomento donde funcionaba la iniciativa, quien les cerró las puertas del lugar.

Por eso, mientras brindan su acción solidaria desde sus casas, las mujeres desean recuperar el espacio o conseguir otro, y para ello requieren ayuda.

Cuando el inicio de la pandemia profundizó las necesidades de centenares de vecinos, Francisca Quirof y, su cuñada, Pamela Romero, decidieron poner en marcha el merendero en la casa de otra residente de la zona. Sin embargo, como la dueña de casa es paciente de riesgo por un cuadro de asma, se vieron obligadas a buscar otro rincón.

Fue entonces cuando surgió la posibilidad de continuar con el proyecto en la Sociedad de Fomento Rayito de Sol. Las creadoras del merendero llegaron a un acuerdo con el cuidador del establecimiento para emplear parte de las instalaciones hasta 2023.

No obstante, una mañana de abril de este año, Francisca, Pamela y las colaboradoras del merendero Esperanza de Vida chocaron con la sorprendente negativa a ingresar a la entidad vecinal. Su encargado excusó su repudiable determinación en que la mercadería alimenticia almacenada en el espacio atraía ratas.

En este sentido, Quirof remarcó ante cronica.com.ar que "nos mintió este hombre porque tiene maldad, no es de buen corazón lo que hizo, dejando a más de doscientos chicos a la intemperie". A su vez, Leandra, madrina de la iniciativa benéfica, aseguró que "nos tuvimos que ir porque la persona es muy agresiva", en referencia al hombre.

Ante semejante situación, las representantes del emprendimiento solidario se repartieron las tareas para seguir alimentando y brindando contención a los niños de su barrio desde sus propias casas. Una conjunción de voluntades que tienen un trasfondo admirable, marcado por la humildad humana y material de aquellas.

En su caso, Francisca reside en una vivienda por demás sencilla, con más carencias edilicias que virtudes. Sin embargo, ella dejó en claro que "lo siento en mi corazón, me sale de adentro, porque atravesé momentos muy duros, he pasado hambre, y sé lo que se sufre cuando hay una necesidad. Por eso me propuse ayudar".

Con esta misión, no baja los brazos y promete que "vamos a seguir ayudando; por eso, estamos buscando un lugar, aunque no renunciamos a volver a la Sociedad de Fomento".

Para continuar con su obra requiere una colaboración, que puede manifestarse llamando al 11-3176-8595.

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