Una mujer sufrió múltiples enfermedades y encontró la causa en las paredes de su hogar

Las consecuencias de la impensable amenaza que la esperaba en su nuevo departamento la obligaron a dejar sus estudios, gastar una fortuna en medicamentos y perder más de 15 kilos.

Mundo09 de julio de 2021VerdadiarioVerdadiario
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Caroline Bowman tenía 33 años cuando, en 2015, se mudó a un nuevo hogar. La mujer se había trasladado a Australia para continuar un curso de asesoría legal, y encontró lo que a primera vista era el departamento de sus sueños en la histórica ciudad de Windsor. "Se podía oler la pintura fresca", compartió a Nine News. "Parecía que también habían puesto una alfombra nueva; se veía bastante bien".

Las ilusiones sobre el nuevo desafío académico, sin embargo, comenzaron a derrumbarse unas pocas semanas después de la mudanza. Una serie de enfermedades crónicas asaltó su cuerpo, y se vio forzada a detener sus estudios: "Tenía todas estas infecciones, infecciones en las fosas nasales y el pecho, por las que seguía yendo al médico", contó al medio local.

Los doctores demostraron estar tan desarmados frente a las falencias como la propia Caroline, quien poco a poco perdía cada vez más el apetito. En sus visitas al médico fue diagnosticada con asma, y terminó perdiendo más de 15 kilos de peso: “Tenía un dolor tan profundo con el que no podía hacer nada".

En una de sus visitas, notificó al doctor de un fuerte dolor en su oído. Al revisarla, el profesional encontró moho negro dentro de la cavidad auditiva. El mismo moho negro que Caroline observó aparecer en el techo de su baño cuando se mudó.

El fungi, o moho tóxico negro, continuó infectando la casa de Caroline y pronto llegó a cubrir todo el techo: "En un momento estaba limpiando la pared y noté que estaba un poco tambaleante cuando la limpié. La pinché con el dedo y se hizo un agujero. Estaba creciendo dentro de las paredes. Estaban negras".

A pesar de la clara evidencia señalando al moho como culpable de sus aflicciones, Caroline sufría de niebla cerebral a causa de la infección del fungi y no conectó la plaga con sus enfermedades. Finalmente, cuando de casualidad le mostró una foto de su baño a una de sus doctoras, los profesionales dieron con la causa.

Caroline fue diagnosticada con síndrome de respuesta inflamatoria crónica. Para cuando logró finalmente salir del departamento de sus pesadillas, habían pasado dos años y su cuenta tenía un gran agujero producto de las consultas médicas y los remedios que le fueron recetados.

En 2017, Caroline dejó su casa y se mudó con su madre. Inició una disputa legal con el organismo estatal Housing NSW, demandando que los responsables de venderle la vivienda infectada le financien el tratamiento que necesitará para luchar con su enfermedad. El fungi en sus paredes le dejó una hilera de secuelas, como problemas respiratorios, confusión mental, fatiga y pérdida de la memoria.

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