Mal debut de Independiente en Brasil ante el Ceará

Impotencia, resignación, recursos limitados, asumir la dura realidad. También, una dignidad para tratar de esconder defectos que no alcanza a traducirse en resultados positivos. El debut de Independiente por la Copa Sudamericana, trofeo que ganó en 2010 y 2017, fue un reflejo de lo que vienen siendo sus últimos tiempos. Perdió por 2-1 ante Ceará, en el cálido nordeste brasileño, sobre un campo de juego pesado y desparejo.

La noche ya se insinuó adversa cuando a los 12 minutos del primer tiempo el visitante se quedó con 10 jugadores por la expulsión a Ayrton Costa. Con esfuerzo y orgullo, se puso 1-0. La resistencia tuvo un límite en el segundo tiempo, más allá de que Ceará está lejísimos de ser un equipo poderoso o temible. Pero para este Independiente todo es cuesta arriba, intrincado, de pronóstico reservado. Como su futuro en esta copa, en la que sólo el primero de cada grupo se clasificará para los octavos de final. Los otros rivales en la zona son La Guaira (Venezuela) y General Caballero (Paraguay).

En cuanto al ajustado plantel de Independiente, bastante desintegrado en los últimos meses por la mala situación económica del club, este miércoles recibirá un refuerzo ofensivo con Juan Cazares, el volante ecuatoriano surgido de River, que llega desde el fútbol de Ucrania por la posibilidad que tienen los jugadores de esa liga suspendida por la invasión rusa.

Sin sus dos zagueros centrales titulares, Sergio Barreto y Juan Manuel Insaurralde, que adeudan una suspensión de la anterior Copa Sudamericana, Independiente se complicó más en ese sector del campo con la temprana expulsión a Costa, que cayó en dos excesos innecesarios frente al delantero colombiano John Mendoza. A los seis minutos fue amonestado por un forcejeo entre ambos y a los 11 recibió la segunda tarjeta amarilla por frenarlo desde atrás con un agarrón.

Domínguez rearmó la defensa con el ingreso de Patricio Ostachuk y sacrificó a Alan Soñora. Hasta ese momento, Independiente no había pasado sobresaltos, pero la perspectiva de jugar con un futbolista menos condicionó mucho su planteo. Antes había llegado con un remate desviado de Gastón Togni, tras una asistencia de Soñora. Con 10 jugadores, el repliegue fue más acentuado y el arco del rival empezó a quedarle más lejos.

Tras la expulsión, Independiente supo contener a un Ceará de pocas luces. Un reflejo de lo que viene siendo el equipo brasileño. Ceará no tuvo un buen comienzo de año. Considerado junto a Fortaleza –dirigido por el argentino Juan Pablo Vojvoda– como los dos equipos más fuertes del nordeste de Brasil, fue una decepción la eliminación por penales en los cuartos de final del Torneo Estadual y en la Copa del Nordeste, competencias que fueron conquistadas por Fortaleza.

Los pasos en falso le costaron el puesto al entrenador Tiago Nunes, a quien reemplazó el debutante Dorival Júnior, que dirigió al Santos campeón de la Copa Brasil de 2010, equipo en el aparecía Neymar y estaba Robinho. La carrera de entrenador de Dorival Júnior lo llevó a Palmeiras, San Pablo, Flamengo y Atlético Mineiro. Llegó a un equipo de rango medio en el concierto nacional, con un subcampeonato en la Copa Brasil 1994 y sin huellas significativas en las competencias continentales.

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