Profesora se reinventa y convierte su living en “rincón de aprendizaje”

BOLIVIA: “¡Muy buenos días niños hermosos! Hoy comenzamos otro día en que Dios nos concede seguir con salud y vida, cuidándonos en esta pandemia”. Así comienza su clase todos los días la profesora Ana María Torrico de Flores, quien a causa de la crisis sanitaria ahora da clases virtuales y adaptó la sala de su casa para que sirva como un aula.

Tras iniciar clases pregunta: “¿Cómo nos tenemos que cuidar? Ya saben: Lavándonos las manitos siempre”.

Ana María Torrico es maestra del primero “A” de la unidad educativa Guido Villagómez y su labor resalta por la gran dedicación que pone para dar clases virtuales produciendo sus propios videos.

Además, se las ingenia para preparar canticos y coplas o disfrazarse para hacer las clases más entretenidas.

“Tengo varios alumnos en mi curso que tienen una facilidad para ingresar a la tecnología y con ellos vamos coordinando, así yo aprendo y ellos también. Día antes de las clases programo mis clases y medito: cómo puedo enseñar esta clase, jugando, con un chiste”, explicó.

Añadió: “Mi aula virtual la he adaptado en mi living, yo lo llamó mi rincón de aprendizaje. Para hacer la evaluación nos conectamos por videollamada y ahí les tomo el examen. Como generalmente los fines de semana los papás están en casa, porque no salimos por esta pandemia, trato de evaluarles desde viernes por la noche, a veces, los sábados o domingos”.

La profesora tiene 36 estudiantes y procura que todos avancen a la par, por lo cual dicta sus clases mediante la plataforma del Ministerio de Educación de Bolivia.

Su esposo, René Flores, se ha convertido en su asistente de producción. Se encarga de hacer los videos, la iluminación y edición.

Hace la grabación para que posteriormente envíe ese material por WhatsApp a los estudiantes que pudieron haber tenido dificultades para conectarse a la clase.

“Mi esposo es mi colaborador en estas clases virtuales, él se encarga de que mis videos salgan muy bien editados”, señala.

Por otro lado, cuenta que, cuando tiene dificultades con la tecnología, pide a sus hijos, Dulfredo, María René, Pedro René y Mayra Milenka, que la ayuden a solucionar los inconvenientes para no perjudicar a sus estudiantes.

Ana María Torrico tiene 58 años y 31 los ha dedicado al servicio en el magisterio. Sostuvo que los niños tienen que aprender a usar adecuadamente la tecnología, porque “les va a servir para toda la vida”, y “que sigan en esta modalidad (virtual) que es para cuidar su salud”.

“Los niños son el futuro de Bolivia, por eso los estamos cuidando. Ojalá todos puedan seguir estudiando con esa alegría que lo hacen mis estudiantes del Guido Villagómez”, finalizó.

La gestión escolar 2021 comenzó el  1 de febrero, luego de seis meses de suspensión por la pandemia. En Cochabamba por el alto índice de contagios se determinó la modalidad virtual.