Encargada fue agredida por la esposa de un diplomático
La agresión ocurrió el pasado 11 de mayo, a las afueras del inmueble ubicado sobre la calle Arenales al 1422, y quedó registrada por una cámara de seguridad.
Juliana, la encarga de un edificio de Recoleta, denunció haber sufrido una brutal agresión a manos de la esposa de un diplomático luego de "retar" a la hija de la pareja.
El hecho ocurrió el pasado 11 de mayo, a las afueras del inmueble ubicado sobre la calle Arenales al 1422. Un día previo al ataque, le había aconsejado a la menor no dejar la puerta del ascensor abierta.
"Hablé con ella y le dije que en el lugar vivía mucha gente, por lo que le pedí que tenga un poco más de cuidado y cierre el ascensor. Jamás la agredí ni le hablé mal. Después de eso, bajé y continué haciendo mi trabajo de manera normal", explicó.
El día posterior al "reto", la pareja del hombre que trabaja como diplomático en Panamá increpó a la encargada y le reclamó que no podía decirle nada a su hija porque era menor de edad.
"A horas de la tarde, cuando ella bajaba con el esposo de un taxi, me increpó de frente reclamándome que no tenía que decirle nada a su hija porque es menor de edad. Entonces le pedí perdón", explicó.
La discusión escaló hasta que la agresora, identificada como Jessica Giovana Pineda, agarró de los pelos a la mujer y la tiró contra el piso. Tras el impacto, César Lawson, que observaba la pelea, se acercó a la víctima y trató de ayudarla.
"El señor César Lawson intentó levantarme mientras ella seguía insultándome. Terminé parándome como pude y le reclamé al hombre que me dolía mucho el muslo izquierdo y me costaba caminar. Me respondió ‘esto se termina acá así que te callás’", agregó. Luego de reponerse del golpe, se comunicó con la Policía de la Ciudad y realizó la correspondiente denuncia.
Juliana reconoció tener "mucho miedo de lo que pueda pasarle" por haber acudido a las autoridades: "Estoy con psicólogo y psiquiatra", confesó.
"Temo por mi vida por que yo vivo sola. Mi hija está en el exterior. Vive afuera, tiene un bebé y no puede viajar. Hay lugares del edificio en los que no hay cámara y yo tengo miedo de que esta gente me vuelva a atacar. Llevó 13 años en el edificio. Nunca tuve un problema así. No tengo experiencia en eso", concluyó.
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