Nació mujer pero se siente gata

Nano se irrita e incluso maúlla cuando un perro pasa por su lado. Esto se debe a su verdadero instinto, que le hace actuar de una forma más propia a la de un felino. Y es que pese a tener aspecto humano, Nano afirma que es una gata. ¿El problema? Ha nacido en el cuerpo equivocado.

Aunque ya nació siendo un gato, Nano no se dio cuenta de que realmente era un felino hasta los 16 años. Ahora, con 20, esta "chica" atribuye su caso a un error. "He nacido en la especie equivocada", declara.

Maullar, caminar a cuatro patas o tener el sentido del oído especialmente desarrollado son algunas de las características que Nano tiene como gato. La protagonista de esta historia también cuenta que odia el agua y ama dormir en el alféizar de la ventana de su casa.

Cuando le reportera la pregunta por las ventajas de ser un gato, Nano tiene una respuesta muy clara. "Puedes oír mucho mejor que la gente normal, y ver mucho mejor también y fijarte en cosas que las otras personas no pueden. Puede ver muy bien en la oscuridad. Mejor que de día."

Finalmente, Nano nos presenta a su mejor amigo Steve. Aunque Svein afirma que él sí es humano dice tener muchas personalidades. Una de ellas es, evidentemente, la de gato. "Es humano pero tiene alguien en la cabeza que es un gato", aclara Nano. Su amigo también cuenta que muchas veces se comunican en la lengua de los gatos e incluso hacen una demostración de ello.

"Es agotador, pero te acostumbras a vivir con acciones y instinto de gato. Mi psicólogo dice que esto puede terminar, pero yo lo dudo. Creo que seré un gato toda mi vida", concluye Nano.