“Fui muy feliz” fueron las últimas palabras de Sofía Sarkany

Una semana antes de morir, Sofía Sarkany, pudo cumplir su sueño de ser mamá. Rodeada de su familia, la joven de 31 años la hija del diseñador de moda, murió en una clínica de Miami en Estados Unidos luego de luchar contra el cáncer de útero.

Lamentablemente a Sofía le habían diagnosticado la enfermedad en 2018, pero eso no terminó con su mayor anhelo: Ser madre. Con su pareja, Tomás Allende, decidieron congelar sus óvulos y ser padres por subrogación de vientre. Los últimos meses, Sofía, transito sus días entre el tratamiento por su enfermedad y la ilusión de la llegada de su hijo. Finalmente, el 22 de marzo de este año, llego a la vida Félix, pesando 3.254 kilos. La madre pudo presenciar el parto y orgullosamente tenerlo en sus brazos.

Se pudo saber que antes de ingresar la terapia intensiva les dijo a sus padres Graciela y el diseñador de zapatos Ricky las palabras “Fui muy feliz”. Después de conocer su hijo, Félix, la salud de la diseñadora se deterioró hasta que falleció este lunes.

La joven lanzó su marca en 2012 en una muestra en el Centro Cultural de Recoleta donde presentó una colección de zapatos multicolor, estampadas con manchas que ella misma pintaba y con plataformas altísimas y de colores. También se desempeñaba como artista platica, fotógrafa amateur y tenía estudios en el Central Saint Martins de Londres.

“Con un juego de cubiertos de plata que vendieron por 60 dólares, escapándose del comunismo ruso que había entrado a Hungría” relató una vez la artista detallando la historia de sus abuelos paterno como llegaron a Argentina. Y agregó que su familia pasó por campos de concentración y trabajos forzados, aunque su vocación era la fabricación de calzados, oficio con el cual arrancó “una nueva vida” en la República Argentina.

“Más allá de que ambos vendemos moda, yo busco inspiración más allá de las tendencias. En mis campañas, cuento una historia más allá del productor, en la que no siempre está el producto. En las de papá, los zapatos tienen que verse perfectamente. Dos miradas distintas, que suman. Disfruto de ser ‘hija de’ y de ser diferente; ya que también soy Sarkany” contó la joven, recordando que a los 18 años empezó a trabajar en la marca de su padre, Ricky, y que años después cumplió su sueño para hacer su propio camino en la moda.