Femicida con doble vida mató a su novia embarazada de un tiro en la panza porque ella no quería abortar

Carolina Ledesma, tenía dos hijos y llevaba gestando tres meses al tercero, que iba a tener con Ángel Andrada. Él la asesinó para ocultar que mantenía una relación extramatrimonial con la víctima. Su esposa había dado a luz un día antes. Fue condenado a prisión perpetua.

Policiales 21 de mayo de 2021
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Carolina Ledesma le había contado a su mamá Gladys y a algunas amigas que tenía miedo. Había descubierto que estaba embarazada de tres meses de Ángel Eduardo Andrada (30), con quien mantenía una violenta relación extramatrimonial. Él quería que la joven de 21 años abortase, pero su familia la apoyó para seguir adelante.

El 18 de febrero de 2019, cuando "Caro" tenía que hacerse los primeros controles, Andrada la asesinó de un balazo en el vientre en una vivienda de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge. Dos años y tres meses más tarde, el femicida fue condenado este jueves a prisión perpetua, "una sentencia ejemplificadora", resaltaron a cronica.com.ar desde la Campaña por Justicia para Carolina Ledesma.

Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora coincidieron con el fiscal de juicio, Andrés Santos Procopio, quien había pedido que Andrada sea condenado a la máxima pena por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género".

Por su parte, la defensa de Andrada había solicitado que sea encuadrado como un "homicidio culposo", ya que consideró que el disparo había sido "accidental". 

"Todo fue muy grotesco y perverso. Los testigos dijeron que 'Caro' era su novia y que habían visto situaciones en las que ella contaba las violencias que sufría por él. Cómo ocurrió el disparo y su accionar después dejan evidenciado que se trató de un crimen", explicó a este medio Tamara Kallsen, integrante de la campaña que acompañó la familia de Ledesma.

Según relató la referente, Andrada le disparó en el vientre a "Caro" durante la madrugada de ese lunes 18 de febrero de 2019, en una vivienda en Evaristo Carriego y Epecuén, de Ingeniero Budge; y la dejó sola con el hijito de ella, que tenía 2 años en ese momento. 

En un remís, el femicida llegó a la casa de Gladys, madre de la víctima, y le dijo que habían asaltado a la joven y que resultó malherida en un tiroteo. "La mamá desconfiaba de él por todas las situaciones de violencia contra su hija pero no dudó y fue con otro de sus hijos en el remis. Ángel no la acompañó porque le dijo que pasaba después a ver cómo estaba. Entonces ella se va a ayudar a 'Caro' con el remís, él había dejado pagado tres viajes", detalló Kallsen.

La madre encontró a la chica herida al lado de su bebé, que dormía. "Le habían cambiado la ropa y la habían limpiado", indicó la referenta. Con ayuda de los vecinos, llevaron a "Caro" al hospital donde confirmaron su muerte. Andrada estuvo prófugo durante 48 horas hasta que personal de la Comisaría 10° de Lomas de Zamora lo detuvo en una pizzería ubicada en la calle Virgen de Itatí, entre Saladillo y Montiel, de esa localidad.

Además del bebé, el femicida dejó sin madre a una nena que tiene hoy seis años. "Entendemos que el embarazo fue un motivo de ensañamiento hacia su cuerpo: Andrada se lo pegó en el vientre, ya que él no quería tener ese bebé porque él tenía otra pareja, que dio a luz un día anterior en que asesina a 'Caro'. Él intentó apagar lo que tenía con ella de esa manera", aseguró Kallsen. 

Una "sentencia ejemplar" para Ángel Andrada

La referenta contó a este medio que la defensa del femicida "intentó desarmar el hecho de que él es una persona violenta, ejerció violencia de género contra 'Caro' y de que se trató de un femicidio". "Como no podían salir del hecho de que él disparó esa arma, quisieron hacerlo pasar como un accidente y sacarle todos los agravantes para que no sea condenado a perpetua", explicó Kallsen.

Andrada había dicho ante la fiscal de instrucción Marcela Juan que no tuvo intención de matar a la víctima y que, cuando esa madrugada se levantó y fue a buscar el arma arriba de la heladera porque sabía que lo estaban buscando por un altercado del día anterior, se le disparó accidentalmente cuando le colocó el cargador.

Sin embargo, el informe pericial descartó de plano esa posibilidad y remarcó que "el arma utilizada no pudo haber sido accionada en la forma que él lo describe, ya que por el solo hecho de colocar el cargador en una pistola, el arma no está en condiciones de efectuar un disparo si previamente no se monta".

El jueves, Andrada no declaró ante los jueces, pero en sus "últimas palabras" repitió lo que dijo en la etapa de instrucción respecto a que no la quiso matar y, tras pedir "perdón", aseguró que no es un "asesino".

"La Fiscalía, que llevó adelante la argumentación de que fue un femicidio, lo hicieron desde una perspectiva de género, sin cuestionar la vivencia de los vínculos de 'Caro' ni sus acciones sino poniendo el foco en él, que es lo que entendemos que siempre debe pasar", analizó Kallsen, quien resaltó que desde la campaña que apoya a la familia vivieron "una mezlca de emociones", en las que están "muy contentas" por la condena, aunque "cuesta decir justicia por que la joven ya no está ni volverá con su familia".

Y resaltó: "Por lo menos, quien le quitó su vida va a estar toda la suya en la cárcel. Es una sentencia ejemplificadora y así deben empezar a manejarse todos los juicios en las que hay situaciones de violencia de género".

"Caro", tiene diez hermanos, era sostén de hogar, trabajaba en una cooperativa y estaba buscando terminar con sus estudios secundarios cuando la asesinaron. "Era una piba súper alegre y activa, todo el tiempo estaba a disposición de su familia y de sus hijes. Acompañaba mucho a su mamá en resolver cuestiones de sus hermanites. Estaba por cumplir 21 años, pero aún así tratando de generar un proyecto de vida diferente", la recordó Kallsen.

"En el medio de esta emoción y alegría que tenemos, no olvidamos que nos siguen matando todos los días y no queremos seguir acompañando femicidios, queremos que no pasen más. Necesitamos que haya políticas reales para dejar de llorarnos y tener que transcurrir estos caminos que son dolorosos y hostiles. Queremos seguir encontrándonos en vida", concluyó.

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