María Becerra contó como quisieron abusar de ella

La cantante pasó por PH, Podemos Hablar, y conmovió con una dura experiencia de su adolescencia en una escuela industrial donde “era típico que los compañeros te tocaran el c...lo”.

Espectáculos 27 de junio de 2021
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Fue al pasar al “punto de encuentro” en PH, Podemos Hablar, el programa que conduce Andy Kusnetzoff por Telefe. “Yo lo pasé mal en la adolescencia. Mucho bullyng”, arrancó diciendo la cantante María Becerra ante la mirada atenta de sus compañeros invitados, Solita Silveyra, Flavio Mendoza, Ximena Capristo y El Pájaro Gómez de Vilma Palma.

Entonces anticipó: “El 2012 fue el peor año de mi vida. Porque entre a un colegio… A mi me gustaba la carpintería. Mi hermano fue a un técnico. Se recibió de técnico electrónico. A mi me gustaba verlo hacer eso. Quería ser productiva en eso. Hacerme mi casa de muñecos. Entonces le dije a mis viejos que quería ir a un técnico. Mis papás no querían. Pero les hinche tanto que me anotaron. Y ¡maldito el día en que me anotaron!”.

Luego, la cantante de 21 años, que es la argentina más escuchada de Spotify y una figurita difícil para los medios tradicionales, relató: “La pasé muy mal. Éramos dos mujeres entre 400 varones. Antes era típico que vayas caminando y los compañeros te tocaran el c...lo. Te manosearan en el boliche, en el colegio. Era así. Eran todos en plena edad… Eran re pajeros. Yo estaba todos los días en la oficina, quejándome. Y ¡me mandaban a mi con la psicopedagoga!

Además recordó que la misma preceptora me decía: ‘¿No pensaste en no usar jean?’ Me decían que trajera ropa holgada. Y ahí fue que nació mi obsesión por usar ropa holgada. Hoy en día no me pongo un vestido ni de caño. No me pongo short. No me pongo polleras”.

Ante la sorpresa de Andy, la talentosa artista que está en pleno momento de éxito, agregó: “Me pegaban feo. Me tenían de punto. ‘Aprovechamos y te manoseamos’. Estuve un año”. Contó que ante el maltrato y los abusos, ella no le decía nada a su madre, “porque me hacían creer que era yo la culpable”.

Y dijo: “He llegado moretoneada, con el labio cortajeado... Me pegaban feo. Nunca le dije hasta que llegó un punto que… Bueno fue una vez que cinco compañeros, que eran los que me pegaban siempre… Uno se llamaba Ariel, de ese me acuerdo… Me llevaron al baño y me tenían uno de cada mano. Me tenían las piernas y me empezaron a querer sacar la ropa. Quisieron abusar de mi. Pasó una preceptora y yo estaba gritando. Y fue la nada misma. Me salvó que tocara el timbre”.

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