
Tucumán y parte del norte bajo alerta naranja: qué se espera para la madrugada
La advertencia del Servicio Meteorológico Nacional abarca a todas las provincias del norte y una parte de cuyo y el norte de la Patagonia.
Las heridas aún no han cerrado y el dolor quedará. Fue un conflicto bélico evitable y que solo pretendió ser un manotazo de ahogado para la dictadura.
General02 de abril de 2022Hace cuarenta años Argentina y el Reino Unido se enfrentaron en una guerra que puso en disputa la soberanía de las Islas Malvinas (Falkland Islands, así las nombran los británicos), un archipiélago ubicado en la zona más austral del mundo, en el Océano Atlántico sur, cerca de la Antártida, del que muy pocos sabían hasta entonces.
Con ese marco, mientras Argentina sostenía los reclamos y su reivindicación en la pertenencia a la Corona española desde la llegada de los conquistadores españoles en 1492, el Reino Unido ponía sobre la mesa sus propios argumentos dada su vinculación de larga data con el archipiélago atlántico con datos que se remontan al siglo XVII.
A inicios de 1982, la Argentina aún se encontraba secuestrada de facto por el Gobierno militar que había usurpado el poder y las instituciones desde el 24 de marzo de 1976, y para ese momento el desgaste ya era inocultable. Fueron muchos los intentos de la sangrienta dictadura del "Proceso de Reorganización Nacional" por perpetuarse en el poder, pero nunca se había llegado tan lejos. Atrás quedaba el recuerdo del primero de esos intentos, con la organización del Mundial de fútbol en 1978, un hecho que si bien se había acordado desde mucho antes de la llegada de los golpistas al poder, fue hábilmente utilizado por éstos para "maquillar" el horror que se vivía.
Tras idas y vueltas, con la hoja de ruta quemada, sin la más mínima previsión de la gravedad de los acontecimientos que estaba por desatar, la cúpula de las Fuerzas Armadas que copaban ilegalmente el Gobierno argentino, encabezada por el general Leopoldo Fortunato Galtieri, decidió lanzar su último manotazo de ahogado. Solo que esa locura llevó a la muerte a nada menos que 649 soldados argentinos en el campo de batalla, de los cuales 323 eran tripulantes del crucero ARA "General Belgrano", hundido por la Armada británica.
Lo actuado por la Junta militar en ilegítimo ejercicio del poder fue una auténtica masacre perpetrada contra el mismo pueblo argentino, enviando a la muerte a muchísimos soldados conscriptos, la mayoría de ellos de apenas 18 años de edad, que no eran profesionales de las Fuerzas Armadas y que no solo no tenían la preparación necesaria para enfrentar una guerra, sino que además no contaban ni siquiera con los más mínimos e indispensables pertrechos para hacerlo.
Fue otro crimen de la dictadura argentina. Y al afirmarlo no se pone en discusión el legítimo derecho argentino ni la soberanía del país sobre el archipiélago del Atlántico Sur.
La bandera argentina estuvo en lo más alto de los mástiles en las Islas Malvinas durante 74 días, un tiempo en el que -además de las muchas bajas argentinas- murieron 255 británicos y tres isleños. Los dramáticos acontecimientos que paulatinamente luego se sucedieron transformaron a la guerra de las Malvinas en un conflicto bélico que trascendió el orden militar y que tuvo inocultables consecuencias sociales en los dos países involucrados. Las huellas del drama de esas acciones aún se siguen notando en la sociedad argentina toda.
La advertencia del Servicio Meteorológico Nacional abarca a todas las provincias del norte y una parte de cuyo y el norte de la Patagonia.
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