Estudiantes de La Plata trajo un valioso punto de Uruguay

La primera lectura es sencilla y bien clara: Estudiantes tiene que estar satisfecho con el empate. La segunda es, más que nada, imperativa: tiene que mejorar para soñar fuerte con la Copa. Y la tercera es la que más renglones ocupa; ¿por qué un punto es para festejar ante un Nacional que todavía no ganó en el Grupo C?

El equipo uruguayo fue superior casi siempre, salvo a partir de los 15 minutos del segundo tiempo, cuando los cambios ayudaron al Pincha a acomodar su disposición y al local, todo lo contrario. Repetto movió tanto la estantería que su equipo se desdibujó y hasta, por momentos, pareció haber bajado los brazos.

Estudiantes sufrió mucho en el primer tiempo. El 5-3-2, paradójicamente, lo dejó desprotegido en el fondo. Eso tuvo dos motivos: la floja noche de Más por la izquierda y el despegue constante de Godoy por el otro lado. Así, en los pies de Trezza nacieron varias dagas de Nacional, que tuvo sus chances con Gigliotti y Carballo, quien se la jugó al mismo palo que Andújar en el penal y el enorme arquero del Pincha controló.

Zielinski empezó a pedir desde los 27 minutos del PT que su equipo se parará con dos líneas de 4. Pero recién lo logró cuando en el ST metió a Pellegrini y sacó a Morel, justamente quién le hizo el foul en el área a Gigliotti. Con ese esquema, el de La Plata cambió la cara y sí mostró un perfecto estado físico, porque siguió corriendo y empujando hasta el final. A tal punto que en el mismísimo cierre, Rochet le sacó con la de Dios una clarísima a Noguera.

Fue empate y a Estudiantes le sirve. Por ahora lidera y sigue sumando hasta en las malas noches...

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