Sugieren aplicar un "protocolo emocional" para los niños ante el regreso a clases

Los expertos lo consideran necesario para que el miedo "no interrumpa los procesos de aprendizajes" y favorezca "el reencuentro y la resocialización de los alumnos".

General21 de febrero de 2021
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La vuelta a las clases presenciales en forma progresiva en todo el país no solo necesita seguir protocolos sanitarios, sino también enfrentar los miedos de los alumnos, docentes y padres, quienes deberán aprender a gestionar esas emociones a través de "otro protocolo que dé respuestas a los bruscos cambios" en el espacio escolar tras casi un año de confinamiento por la pandemia, señalaron especialistas en salud mental infantil.

Este "protocolo emocional" es necesario para que el miedo "no interrumpa los procesos de aprendizajes" y favorezca "el reencuentro y la resocialización de los alumnos" luego de que niños y adolescentes pasaron "muchas horas al día frente a una pantalla con hábitos y rutinas muy distintos", subrayaron los expertos.

Un estudio efectuado por Unicef, el Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) y el gobierno porteño, a mediados del año pasado, relevó que durante el aislamiento se incrementó la irritabilidad en los niños quienes se volvieron muy dependientes de sus padres, expresando su temor de contactarse con los demás, mientras que entre los adolescentes prevalecieron las sensaciones de desánimo, baja confianza en el futuro y decaimiento afectivo.

"Muchas de las emociones que van a estar dando vuelta en la escuela no es el contagio, sino el miedo social. Se instaló el cuidado desde el miedo, eso es lo que hay que regular",  dijo Marilina Rotger, profesora y especialista en neuroeducación.

Para enfrentarlo hay "que hablar en las escuelas de ese miedo para darse cuenta que ese miedo al contagio, a contagiar a mis padres o a no encontrar a mis compañeros, quizás no sea tan real, si se aplican los cuidados correspondientes".

Para Rotger, "esto generará sensaciones displacenteras y los docentes deben volver a instalar a la escuela como un espacio donde se transmitan sensaciones placenteras, para lo cual deberán intentar abordar una forma de enseñar que despierte curiosidad en el alumno, sin que esos miedos puedan interrumpir los aprendizajes".

Otros de los efectos del confinamiento y que repercutirá en la escuela es, de acuerdo con estudios de la ONU, "el 70 por ciento de los docentes tuvieron situaciones de estrés de moderado a severo en esta pandemia al enfrentar situaciones para lo cual no estaban preparados". 

Los especialistas coinciden en que pueden darse situaciones de crisis de llanto o angustia en los alumnos, especialmente en los más pequeños, al ver alejarse a sus padres y percibirse inseguros.

Frente a esto, Rotger apuntó a que son los docentes "en este protocolo emocional, los que tendrán que transmitir emociones placenteras y es el que más autocontrol tendrá que tener".

"Directivos y docentes tienen que demostrar que la escuela esta feliz de volver a encontrarse con ellos y eso es el principal foco, no tanto la recuperación de los aprendizajes, ya que el cerebro de un niño es muy plástico y los contenidos se vuelven a tener con práctica", precisó la neuroeducadora.

Para Abadi, "lo primero que habrá que hacer es escucharlos pero tomando en cuenta que no van a poder abrazarlos como señal de contención, decirles que en la escuela están seguros y el miedo no los tiene que paralizar".

Fuente: Telam

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